doble personalidad

Persona-robot le habla a otra persona-robot.
Se hablan, conversan corporalmente, se abrazan, se cuentan sus penurias y victorias, almuerzan juntos en un bar de la zona, justo antes de volver a sus vidas. No pasa nada, y lo digo literalmente, por sus cabezas ni corazones. "Hay que ser fríos" dijo "cada uno va por su sendero, ya nadie camina acompañado"

A la par de ellos, conversando y abrazando, me siento una persona-persona: soy un ser incapaz de vivir tranquila en un mundo donde entablar relaciones vacías como robots es moneda corriente. Los muy engañosos dicen sentir emociones, dicen desahogarse, dicen intercambiar palabras de aliento; pero su desahogo no es igual a mío, su amor no se mide en intensidad sino en duración y elección.
Ahora entiendo por qué el sonido llena mis pulmones de aire a más no poder y porque los pensamientos arrebatan mi atención sin poderlos detener: voy por el mundo hablando atentamente con personas, y si descubro que son también robots, huyo.

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